El Pacto de Calatayud (3/3)

Vista noreste de la Montaña de Gáldar, Gran Canaria. Fuese por sorpresa o voluntad propia, en una ignota cueva cercana a la antigua capital indígena fue capturado por los castellanos el guanarteme Tenesor Semidán (fuente: PROYECTO TARHA).

En esta tercera y última parte de la serie de artículos dedicados al llamado Pacto de Calatayud nos ocupamos de una de las grandes incógnitas que plantea este evento: la identidad del guanarteme anónimo que prestó obediencia a los Reyes Católicos.

Adelantemos que por el momento la carencia de pruebas documentales oficiales –empezando por la propia carta peticionaria presentada por la embajada grancanaria que compareció en la ciudad aragonesa en mayo de 1481– hace imposible hoy por hoy despejar dicho anonimato. No obstante, en este artículo presentamos una relación de los cuatro nombres que consideramos ser los candidatos más probables a encarnar al enigmático personaje.

Tenesor Semidán

Es obligación que este personaje, titulado y cristianizado como Don Fernando Guanarteme, al ocupar el centro de la polémica que tratamos en la segunda parte de esta serie, figure en la selección de candidatos.

La relación de Pedro Gómez Escudero nos dice en el capítulo XIV (adaptamos los textos pertinentes al castellano moderno):

Contentos los españoles cuanto tristísimos los Canarios de Gáldar, y soberbios los de Telde, dueños de la otra mitad de la isla, estábamos con cuidado de enviar a España a sus Altezas remitido a el Rey Guanartheme. Dispúsose navío bien guarnecido y entregado a uno de los caballeros conquistadores llamado Miguel de Moxica[…] y con el Rey otros canarios de fama y gran esfuerzo de su sangre real y parientes, que no le dejaron, y por lengua a Juan Mayor[…]. Desembarcaron en Sevilla, y fue tanta la gente que salía a verlos, que no es decible[…]Llegados a la corte en Calatayud, dio Moxica sus recados y caballeros aventureros que a su costa con armas y caballos y gente habían venido e ido con Guanartheme[…].

[…]

Habiendo dicho que se sujetaba a un Rey y señor tan poderoso como su Majestad, que Dios guarde, y que quería[n] ser cristianos, el Rey fue muy contento, siendo sus padrinos los Reyes Don Fernando y Doña Isabel, y le echó el agua el arzobispo de Toledo […]Púsose por nombre Don Fernando Guadartheme;

Destaquemos que es improbable que Fernando Guanarteme recibiese el bautismo del arzobispo de Toledo en Calatayud y en 1481, pues en este año la silla arzobispal seguía ocupada por Don Alfonso Carrillo y Acuña, un anciano al que apenas le restaba un año de vida, enfrentado con la reina Isabel I de Castilla a causa de su proverbial ambigüedad política y que en sus últimos tiempos apenas salía de su palacio en Alcalá de Henares.

En la Crónica de los Reyes Católicos escrita por Diego de Valera no figura el nombre de Fernando Guanarteme. Sin embargo, encontramos los siguientes pasajes relevantes, habiendo citado el primero de ellos en la anterior entrega de esta serie de artículos, cita que repetimos aquí:

[los grancanarios] enviaron a decirle [a Pedro de Vera] que le pluguiese darles paz y querían ser cristianos, lo cual pusieron luego en obra bautizándose muchos de ellos, y enviaron al rey y reina cuatro canarios principales para darles la obediencia, la cuál les dieron en Calatayud.

Ya indicamos cómo Valera, en un pasaje posterior de su relato, destaca que uno era el más importante de los cuatro emisarios:

Y después, en diez días del mes de noviembre [de 1480 según Valera], cabalgaron los dichos caballeros [Pedro de Vera y Mikel de Muxica] y llevaron consigo al principal de los cuatro que habían enviado a los reyes, que era venido con Miguel de Moxica, y fue a la fortaleza de Agayte a hablar con ciertos canarios parientes suyos, y allí concertó con algunos de ellos que se venían a tornar cristianos.

y poco después continúa la narración de esta manera:

Y dende en quince días del mes de diciembre [de 1480 según Valera] los dichos gobernador y capitanes, y con ellos el canario que de Castilla había venido, el cuál estaba en Gáldar con nueve canarios y sus mujeres e hijos y ganados, que eran venidos a tornarse cristianos.

Pasaje que tienta asimilar a la captura de Tenesor Semidán junto a algunos de sus seguidores en una cueva de Gáldar, tal y como describe la Crónica Ovetense, entre otros relatos, evento que algunos testigos aseveran que fue una entrega pactada de antemano, lo que casa mejor con lo descrito en estas últimas líneas.

La difusa identificación de este personaje se enturbia aún más cuando, casi al final del relato, Valera emplea por primera vez los títulos guanarteme faycan, reconociendo la existencia de dos de cada, pero omitiendo toda asociación con el canario principal que había venido de Castilla:

[Los canarios principales] con sus hijos y sus mujeres y ganados se vinieron a poner en la obediencia del gobernador, el cuál los recibió con condición que todos los hombres se viniesen a Castilla en los navíos que les mandarían dar, y con esta condición se vino el guanarteme de Telde con toda la gente que era de su bando, y el faycan de Gáldar con su bando. El cuál faycan quiere decir como obispo, de los cuáles había dos en la isla. Y visto esto, el otro faycan de Telde se apartó con la gente que le quiso seguir, diciendo que más quería morir en defensa de la ley de sus antepasados que no ser cristiano.

Por tanto, la rendición del guanarteme de Telde, según Valera, tiene lugar después del regreso del canario principal desde Castilla, lo que desmentiría la presencia del primero en Calatayud. Pero por otra parte el guanarteme de Gáldar solo aparece explícitamente mencionado como tal una única vez, en el episodio del sitio de Ajódar, lo que incita a descartar la identificación de este último con el canario principal, aunque nada impide que se trate de una simple omisión por cuenta del cronista:

El cuál [gobernador] entró por la mar y se fue a desembarcar en el mismo lugar de Tasartey llevó consigo al guanarteme de Gáldar con cuarenta canarios, y fueron a la fortaleza donde estaban los otros canarios.

Aunque Valera es muy escueto en su narración de la conquista de Gran Canaria que inicia con la llegada de Pedro de Vera a la Isla –omitiendo la campaña de Juan Rejón por motivos desconocidos–, sin embargo nos ofrece una sucesión de acontecimientos ordenada con bastante pulcritud y que incluye algunas fechas. Con todo, su precisión en las dataciones deja bastante que desear, ya que agrupa todos los eventos en el año 1480 aunque de alguno de ellos se infiere una transición inadvertida a años posteriores.

Otro autor que sostiene que Fernando Guanarteme estuvo en Calatayud es Tomás Arias Marín de Cubas, en el capítulo IX, libro II, de su Historia de las siete islas de Canaria. Además, el historiador teldense afirma que el nombre indígena del líder grancanario era Guayedra, en consonancia con el conocido topónimo:

Con la prisa que se pudo, en un buen navío de guarnición bien pertrechado, envió a España Pedro de Vera remitido a Sus Altezas a el rey Guayedra con cuatro de sus camaradas encargado a el cuidado del factor Miguel de Muxica con otros hidalgos aventureros[…] Llegaron a Sevilla[] hasta llegar a Calatayud por el camino de Córdoba donde estaban Sus Altezas […] y el día siguiente de su llegada entró a besar la mano Guaiedra a el rey Don Fernando[…] Bautizose con solemnidad real, fueron padrinos el Rey y la Reina, echole agua el arzobispo de Toledo, Don Pedro González de Mendoza; llamose Don Fernando Guadartheme. Vino a visitarle, y estuvo con Guadartheme tres días, Muyel Adaly, rey de Granada, llamado el Chico […]

Es imposible que Tenesor Semidán recibiese las aguas bautismales de manos de Pedro González de Mendoza como arzobispo de Toledo en 1481, ya que este cargo se lo concedió el papa Sixto VI el 13 de noviembre de 1482, aunque por otra parte es posible que el error solo afecte al título eclesiástico: nada impide que el bautismo lo celebrase González de Mendoza como cardenal. Asimismo, la visita del emir chico de Granada, tradicionalmente conocido como Boabdil, parece fuera de contexto en 1481 pues este personaje no accedió al trono nazarí hasta 1482, siendo capturado por los castellanos tras la Batalla de Lucena en abril del año siguiente. En cuanto a diferencias con el texto preliminar de su Historia, redactado en 1687, Marín de Cubas no aporta datos significativos más allá de variar el número de acompañantes de la comitiva guanartémica, que consta como tres en lugar de cuatro.

Finalmente, y ya en un contexto oficial, en la información de méritos de Fernando Guanarteme, incoada por su propia hija Margarita Fernández Guanarteme en 1526, varios testigos confirman el periplo del líder indígena por Castilla, adonde fue enviado en fecha imprecisa por Pedro de Vera y de donde regresó convertido al cristianismo, apadrinado por los Reyes Católicos y el cardenal-arzobispo González de Mendoza, pero ninguno de ellos menciona explícitamente Calatayud. No obstante, dicha información de méritos contiene dos valiosos testimonios que permiten reconstruir parcialmente la cronología de estos hechos.

Por un lado, Alonso Hernández de Arévalo, identificado como uno de los denominados pardillos que vinieron en el primer destacamento comandado por Juan Rejón, y que conocía personalmente al jefe isleño y a su hija, declaró que tras regresar de Castilla, Fernando Guanarteme persuadió a un virrey y viseñor de Telde para que se entregase con los suyos a los Reyes Católicos bajo la amenaza de hacerle guerra a muerte si no accedíaY el testigo indica una fecha concreta para este hito, el día de San Pedro (29 de abril), aunque no el año, pero las posibilidades se reducen a 1482 y 1483, como veremos.

Esta información la complementa el testigo Fernando de Álvarez, tesorero y canónigo de la iglesia catedral de Gran Canaria, que acompañó a Fernando Guanarteme, al menos temporalmente, durante su estancia en la corte castellana y regresó con él a la Isla. Este personaje afirma que vio a Guanarteme primero en Córdoba después de recibir el bautismo, donde se hallaban los monarcas, y después en Sevilla sentado a la mesa del obispo Juan de Frías con quien convivía el testigo, de cuyas palabras no es fácil dilucidar si el bautismo lo recibió Guanarteme en Córdoba o en otra población. También asegura Álvarez que estaban sin el dicho gobernador [Pedro de Vera] por capitanes mosén Pedro [de Santisteban] e Cristóbal de Medina e Miguel de Mujica, lo que incita a pensar que Pedro de Vera se hallaba en ese momento ausente de Gran Canaria, quizás para presentar la comitiva indígena ante los monarcas.

En cualquier caso se impone consensuar un orden cronológico en ciertos hitos que precedieron a la captura de Tenesor Semidán con el fin de determinar si dicha prisión se produjo en el primer cuatrimestre de 1481 haciendo factible, por tanto, la presencia de este personaje en Calatayud. Dichos eventos son:

  1. Llegada de Pedro de Vera a Gran Canaria.
  2. Rebelión de los canarios alojados en el Real de Las Palmas tras ser engañados por Pedro de Vera.
  3. Llegada de los refuerzos castellanos comandados por los capitanes Pedro de Santisteban, Cristóbal de Medina y Esteban de Junqueras.
  4. Muerte en combate del guerrero Doramas.
  5. Construcción de la Torre de Agaete.
  6. Captura de Tenesor Semidán.

De estos eventos, presentados en ese orden por las diversas fuentes etnohistóricas con algunas variaciones y/u omisiones, solo podemos certificar la datación de los siguientes:

  1. Llegada de Pedro de Vera a Gran Canaria: mediados de julio de 1480, avalada por los cronistas Benito de Cárdenas y Alonso de Palencia, quienes conocían personalmente al capitán jerezano y que aseguran que Vera embarcó el viernes 7 de julio (Cárdenas) y zarpó hacia Gran Canaria al día siguiente (Palencia).
  2. Llegada de Pedro de Santisteban a Gran Canaria: mediados de abril de 1481, estimada a partir de documento público.
  3. Finalización de la Torre de Agaete: 30 de septiembre de 1481, constatada en documento público.
  4. Llegada de Cristóbal de Medina a Gran Canaria: mediados de octubre de 1481, estimada a partir de documento público.

En cuanto a Esteban de Junqueras –quien figura bajo otros nombres en algunas de las fuentes–, no hay constancia oficial de su intervención en la Guerra de Canaria.

De todos los autores que mencionan la captura de Tenesor Semidán solamente el historiador Pedro Agustín del Castillo ofrece una fecha precisa para este evento: el 12 de febrero de 1484, aunque ignoramos completamente la procedencia y calidad de su información. Con todo, de ser ciertos el día y el mes, el año habría que retrotraerlo a 1481 para hacer posible la presencia del líder canario en Calatayud, quizá enviado a la corte en la nao Buen Jesús que transportó a Santisteban y sus huestes a Gran Canaria pero, aún así, admitiendo que Fernando Guanarteme fuese capturado en fecha posterior a la construcción de la Torre de Agaete, entonces habría que descartar dicha presencia en la ciudad bilbilitana a menos que estemos dispuestos a admitir la existencia de ignotos viajes del líder indígena a Castilla durante el bienio 1480-1481.

Remitimos a los lectores al pormenorizado análisis de esta cuestión llevado a cabo por el archivero e investigador Miguel Santiago y Rodríguez el año 1973 en su magistral artículo Los viajes de Don Fernando Guanarteme a la Península y el final de la conquista de Gran Canaria (precisiones cronológicas).

El barrio de Tufia (Telde, Gran Canaria) de donde era originario Maninidra, según Marín de Cubas. Se observan las casas cueva y, sobre la punta, parte de las ruinas de las antiguos caserones que conformaban el poblado indígena, hoy yacimiento arqueológico (fuente: PROYECTO TARHA).

Doramas

Es muy improbable que el caudillo trasquilado que se alzó contra la aristocracia isleña fuese el líder de la comitiva presentada en Calatayud, pero lo incluimos entre los candidatos porque no faltan testimonios etnohistóricos que aseveran que Doramas se proclamó guanarteme de Telde tras la muerte del anterior titular. Esto es lo que afirma fray Juan de Abreu Galindo (libro I, capítulo XXVIII):

Por este tiempo que los canarios deshacían la torre [de Gando …] murió en Telde el Guanarteme Bentagoyhe […]Doramas, que era de los más valientes de la isla, juntó algunos amigos suyos […] metiose en Telde, diciéndoles que aquella tierra venía de derecho a quien por su valentía la ganaba, y pues él la merecía, le obedeciesen, que él los trataría muy bien como lo veríanLos de Telde, con la fama que de él tenían, y por el temor que le habían cobrado, le obedecieron.

Testimonio que explicita en el capítulo X del libro II:

Doramas, viéndose favorecido de amigos, procuró alzarse con el señorío de Telde procurando sustentar el partido contra el Guanarteme de Gáldar Gonayga Chesemedán, su señor. […] Doramas, que se decía guanarteme de Telde[…]

Pero la Crónica Ovetense distingue dos identidades en el capítulo VIII durante el primer asalto al Real de Las Palmas:

[…] en espacio de tres días estaban sobre el rreal con el rrey Guadarteme y el ualiente Doramas[…]

Las Crónicas Lacunense y Matritense –capítulos IX y VI, respectivamente–, en cambio, sustituyen a Doramas por Adargoma y especifican que el guanarteme era el de Telde:

[…] en espacio de tres días estaban sobre el Real el Rey Guanarteme de Telde, y el Baliente Adargoma[…]

Y en el capítulo XV de la Ovetense, durante la campaña de Pedro de Vera:

Al fin los canarios se juntaron y hisieron consejo, en el qual se halló el baleroso Doramas,[…] y acordaron todos de haserse fuertes en vn rrisco alto camino de la uilla de Arucas […] y los rreyes de Telde y Gáldar, cada uno en su rreyno […]

Marín de Cubas también da cuenta de las pretensiones de Doramas tras la muerte del guanarteme de Telde en el capítulo XVII de su Historia:

[…] Doramas anda alzado con 60 camaradas, da temor a el [Guanarteme] de Gáldar, y quiere ser Rey de Telde[…]

Por ahora, el único hito absolutamente discriminatorio respecto de la presencia de Doramas en Calatayud es, aparte de una previsible desautorización por los bandos contendientes como representante político indígena, la fecha de su muerte.

Desafortunadamente, solo dos fuentes ofrecen una fecha concreta para este hito: si creemos a Diego de Valera, la caída en combate del guerrero canario el 20 de agosto de 1480 descartaría definitivamente dicha presencia, más aún si damos por ciertos los testimonios mejor documentados de los que se infiere la llegada de Pedro de Vera a Gran Canaria a mediados de julio, pues la fecha que Valera atribuye a este último evento –solo dos días antes de la muerte de Doramas– abre un margen temporal demasiado angosto para que el recién incorporado mandatario pudiese despachar el arresto del capitán Juan Rejón y ponerse al día in situ sobre los problemas logísticos, militares y administrativos de la campaña, tal y como sostienen otros autores.

La otra fecha propuesta, en esta ocasión por Tomás Arias Marín de Cubas en el capítulo VII, libro II, de su Historia, es un día de san Andrés, miércoles. En el santoral católico este día corresponde al 30 de noviembre, pero esta fecha no coincidió con un miércoles en ninguno de los años en los que tuvo lugar la conquista realenga de Gran Canaria. A este respecto, el actual cronista oficial de la villa de Arucas, Pablo P. Jesús Vélez-Quesadadefiende el miércoles 9 de mayo de 1481 como datación de la muerte de Doramas argumentando que este había sido el día de san Andrés hasta el siglo XVII. Nosotros creemos que este autor confunde la traslación de las presuntas reliquias del apóstol –hito que efectivamente se conmemora ese día– con la onomástica, que seguía siendo el 30 de noviembre a lo largo del siglo XVI como demuestran algunas actas capitulares de la época.

Por tanto, solo el 30 de noviembre de 1481 daría pie a conjeturar la presencia de Doramas en Calatayud, pero es de razón que las circunstancias sociopolíticas en las que se vio envuelto nuestro personaje debilitan notablemente esta hipótesis.

Aymediacoan

Señalábamos en la segunda parte de esta serie que el candidato propuesto por el profesor Antonio Rumeu de Armas era un tal Aymediacoan o, según el historiador tinerfeño, Armide Yacocón Guanarteme, a quien propuso identificar con el llamado Rey Pedro que residía en Gáldar en 1501. ¿Quién fue este personaje?

Aymediacoan protagoniza el capítulo XVI en el segundo libro de la etnohistoria de fray Juan de Abreu Galindo, como un indígena grancanario que profesaba el cristianismo en secreto y que pertenecía a la élite gobernante, ostentando el título de gaire –uno de los seis capitanes de guerreros y consejeros de cada guanarteme– según Abreu Galindo, aunque no figure como tal en las nóminas que las fuentes etnohistóricas ofrecen sobre esta notable posición. En el relato, cuando algunos jefes canarios deciden quemar en la hoguera a ochenta prisioneros cristianos por no poder mantenerlos, este personaje, haciendo caso al consejo de su madre de no ejecutar a los europeos por no dar origen a males peores decide liberar a su cautivo, ejemplo que imitaron los demás líderes con los suyos. Finaliza Abreu Galindo de esta manera:

Llamábase el hijo de esta canaria religiosa Aymediacoan, cristiano de secreto entre ellos muy pariente de los Guanartemes de Telde y GáldarEste Aymediacoan tuvo una hija que casó después de conquistada la isla de Canaria con Maciot de Betancor, que se llamó Luisa de Betancor, de quien descienden los Betancores de Gáldar. Tuvo también este Aymediacoan un hijo, que llamaban Autindara de quien descienden los Cabrejas de Canaria.

En efecto, existe una prueba oficial, no solo de la existencia de este personaje sino de su actuación en el episodio citado así como de la relevancia de su posición en la jerarquía social indígena, importante documento público al que dedicaremos uno de nuestros artículos esenciales: la información de hidalguía incoada por su propia hija Luisa de Betancora quien algunas fuentes identifican con la noble indígena Tenesso o Tenesoya, raptada por agentes de Inés Peraza mientras se dictaminaban las resoluciones emanadas de la Pesquisa de Cabitos, según la Crónica Ovetense.

Por ahora, baste señalar que en las copias supervivientes de este instrumento se destaca que Armide Yacocón Guanarteme –y otras variantes del nombre, lo que indica la dificultad que tuvo el escribano en transcribir este antropónimo indígena– era padre de Luisa de Betancor y de Autindara, quien figura invariablemente como gaire de Telde en varias fuentes etnohistóricas, y hermano de Ventagoo, guanarteme de Telde. Uno de los testigos afirma que este Armide Yacocón:

[…] era christiano y que hacía obras de christiano entre los canarios; e que a los castellanos christianos que los canarios tomaron en Agüimes, y querían quemar vivos, […] los había defendido y favorecido y traído a su tierra, e que no les hiciesen mal, e ansí era público y notorio.

¿Quiénes eran estos cristianos y en qué momento fueron capturados? Según Abreu Galindo:

[…] de los que habían preso y cautivado por la isla, y en la refriega de Tirahana del capitán Pedro Hernández Cabrón,[…]

Marín de Cubas, sin embargo, relata en el capítulo IV de su Historia que la mayoría de ellos eran portugueses a quienes Guaiedra o Fernando Guanarteme manda ejecutar por traidores tras fracasar el ataque de la armada portuguesa al campamento de Juan Rejón, y complica un tanto la trama al señalar que el «tuerto» de Telde, a quien distingue de Aymediacoan, le entregó sus cautivos de la Torre de Gando. En cambio, la Crónica Ovetense omite referencias a nuestro personaje pero puntualiza que el «tuerto» era faycán y gobernador de Telde, y sitúa la acción durante el mandato del llamado Guanarteme el Bueno, tío de Fernando Guanarteme, tras la destrucción de la Torre de Gando. Adaptamos el texto al castellano moderno:

[…] sabido por Guadarteme el cautiverio de su sobrina [Tenesoya] tuvo de ello mucho enojo, con lo cual envió a recoger todos los cristianos que había cautivos por la isla y todos los que los tenían los enviaron a el Guadarteme que era rey de Gáldar, saluo el faiçán gobernador de Telde que era el tuerto que se quiso alzar con los cristianos y con las armas, e indignado el Guadarteme salió de Gáldar contra él y como el faiçán lo supiese lo esperó al medio camino con los cristianos y armas pidiéndole perdón de su desobediencia, el qual le perdonó dejándole la mitad de las armas y el gobierno de TeIde como lo tenía.

Por su parte, Pedro Gómez Escudero atribuye a este «tuerto» el antropónimo Tarira y le hace responsable de la destrucción de la Torre de Gando:

Trató Herrera mañosamente de hacer paces con un tuerto canario, hombre robusto y ancho de miembros, llamado Tarira, astuto y mañoso, y muy valeroso, que vivía dos leguas de Gando apartado de Agüimes. [Alrededor de la Torre de Gando] todos eran celadas de canarios que tenía su amigo el tuerto Tarira.

El motivo por el que traemos a colación este personaje tuerto es que el historiador grancanario Pedro Agustín del Castillo, buen conocedor tanto de la documentación pública como de la etnohistoria local y descendiente de la aristocracia indígena, los unifica en la misma persona en el libro I, capítulo XXIX de su Descripción Histórica, si bien posteriormente indica la existencia de dos personajes tuertos, Bentejuí Semidán y Faya:

Corriendo algun tiempo, vino por Fayacan de Telde Aymedeyoacan, hermano menor del Guadartheme Thenezor Semidan e hijo de Soront Semidan Guadartheme, hombre adornado de todas virtudes morales, floreciendo entre todas la de la piedad cristiana […] como se probó por doña Luisa su hija. […] Perdiéronse [en la Torre de Gando] más de doscientos castellanos, y hubiera sido mayor a no tener la superioridad de aquellas partes Aymedeyoacan; pues apellidando los de Agüimes el que aquellos prisioneros pagasen con fuego sus alevosías y daños; y que hiciesen lo mismo con los treinta muchachos rehenes, no solo no lo consintió, sino hizo le pasasen a Telde los prisioneros para más asegurarles las vidas.

No cabe duda de que este Aymediacoan, del que ignoramos su nombre cristiano, si fuese verídica la identificación que Castillo ensaya con el faycán gobernador de Telde, reunía requisitos suficientes para ejercer de embajador canario ante los Reyes Católicos: su profesión del catolicismo, su posición en la jerarquía indígena, y su inmersión en un escenario político de tintes graves: la muerte del guanarteme Ventagoo de Telde, la trayectoria ascendente del rebelde Doramas y la rápida progresión de la invasión castellana, por no hablar del secuestro de su propia hija a manos de la familia Herrera-Peraza.

No obstante, la identificación de Aymediacoan con el Rey Pedro de la época colonial que defendía el profesor Rumeu de Armas no parece factible: según el investigador José Antonio Cebrián Latasa, el Rey Pedro, también llamado Pedro el Rey, fue un conquistador afincado en Gáldar. Nada más sabemos de cierto sobre el destino de Aymediacoan salvo que sus dos hijos conocidos, Tenesoya y Autindara, recibieron sepultura cristiana en la antigua capital indígena.

Maninidra

La candidatura de este afamado gaire de Telde, hermano de Fernando Guanarteme según testigos concurrentes en la información de méritos de este, se justifica por el relato de Tomás Arias Marín de Cubas. El médico teldense informa en el capítulo XVII, libro I de su Historia ultimada en 1694 que:

[…] por muerte [del guanarteme] Bentagoje de Telde, que en tres dias murió de modorra dexó dos hijos varón, y hembra, que llevó a Gáldar su tío el Rey que el tuerto govierna a Telde, y este es el que hizo la crueldad y el estrago, y es contra los xristianos, y es nombrado por Rey de Telde Mananidra en el govierno.

Y en el capítulo I, libro II al describir el primer ataque de los canariotes al campamento de Juan Rejón:

[…] señalábanse tres mui fuertes capitanes: el caudillo de Telde llamado Mananidra ufano por las victorias contra los de Herrera, y otro mui agigantado, y el tercero dicen se llamaba Adargoma[…]

En el borrador que compuso en 1687 señala además que Maninidra:

[…] era nombrado por Rey hasta que tubiesse edad el muchacho de el Rey Bentagoihe, que era muerto[…]

No consta oficialmente si se entregó a los castellanos o fue hecho prisionero, aunque algunas variaciones sobre el relato de la Batalla del Guiniguada encarnan en su persona al guerrero canario que cayó herido en un muslo por la lanza de Juan Rejón, mientras otras afirman que el capturado fue Adargoma.

En todo caso, la falta de pruebas documentales deja abierta la posibilidad de que Maninidra fuese el guanarteme presentado en Calatayud, apuntando en favor suyo ser el grancanario más relevante en las fuentes etnohistóricas de los incorporados al bando castellano, tras Fernando Guanarteme. Quizá su nombre de pila bautismal –Pedro– sea indicativo de que el propio gobernador Vera lo apadrinase en reconocimiento a su relevancia social pero, hoy por hoy, no podemos elevar esta idea más allá de una débil conjetura.

Conclusión

Hecha al principio la advertencia de lo inviable que resulta al presente la identificación del guanarteme anónimo que rindió obediencia a los Reyes Católicos en Calatayud, conviene señalar que parte de esta indefinición, –que por supuesto finalizaría con el hallazgo de nuevas pruebas documentales relevantes– se debe al desconocimiento de la composición de las estructuras de poder indígenas existentes en Gran Canaria al momento de la conquista realenga de la Isla.

No debe pasar inadvertido que este desconocimiento emana en buena parte de los velados intereses defendidos por las fuentes etnohistóricas que han descrito dichas estructuras y que a su conveniencia pretendieron probar que estas pertenecieron a una de estas posibilidades:

  1. Existencia de dos guanartematos (Gáldar y Telde).
  2. Existencia de un único guanartemato (Gáldar) con delegación política en Telde (faycán / virrey).

Opciones a las que deseamos añadir una tercera, combinación de ambas: la existencia de dos guanartematos (Gáldar y Telde) que sufrieron un vacío temporal de poder –muerte de ambos guanartemes en un corto lapso de tiempo y rebelión de Doramas–, cubierto precariamente con formas provisionales de gobierno por la circunstancia sobrevenida de la invasión castellana.

Por ahora, y para no hacer esta serie más extensa de lo aconsejable, dejaremos la discusión y el análisis de estos puntos para futuros artículos.

Antonio M. López Alonso

Referencias

 

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