CRONOLOGÍA

• 10 personas estibaron 173 cargas de agua en botas (toneles).
• El coste de la operación no le fue reintegrado a Antonio de Arévalo al no presentar mandato de los Reyes Católicos de efectuarla.
• Señala la equivalencia de valor entre la moneda de curso legal en Canarias y la corriente en Castilla (2.000 maravedís; al cambio, en Castilla: 1.500 maravedís).

• Tras regresar de La Gomera, donde aplastó el levantamiento indígena contra la familia Peraza-Bobadilla, ordena la detención de los gomeros residentes en Gran Canaria, basándose en el resultado de los interrogatorios llevados a cabo en la primera isla.
• Ejecuta sobre los detenidos las mismas penas aplicadas a los alzados de La Gomera.
• Algunas fuentes recogen la tradición de que Pedro de Aguachioche, uno de los condenados, se salvó dos veces de morir gracias a la intercesión de santa Catalina.

Observación

• La acusación de Pedro de Vera quizás estaba fundamentada en el hecho de que un número indeterminado de gomeros residentes en Gran Canaria habían sido esclavizados y deportados en 1477 por Fernán Peraza, regresando a Canarias a bordo de la armada capitaneada por Juan Rejón en 1478, entre los que se encontraba Fernando, jefe de Mulagua, uno de los dos bandos presuntamente involucrados en la muerte de Peraza.

Fue intercambiado por 2 mozos comprados por Lope de Salazar.

Fueron intercambiados por 6 esclavos, de los que uno era un mozo, que fue comprado por Antonio de Arévalo.

La mitad del quinto real fue vendida en pública almoneda resultando:

• 1 mujer y 1 muchacho comprados por Juan Camacho.
• 1 mujer y 1 niño comprados por Miguel Genovés.
• 1 mujer comprada por Fernando de Trujillo.
• 63 cabras, carneros y ovejas comprados por Alfonso de Zurita.

No se especifica el número de capturados salvo que entre ellos se encontraban tres fugitivos: dos hombres tenerifes (guanches) y una mujer, que fueron devueltos a sus dueños.

De los 10 esclavos, 3 fueron de rescate (es decir, a trocar) y 7 no lo fueron (es decir, a pagar en metálico).

• La fecha que figura en el documento transcrito por el profesor Ladero Quesada, como este mismo advierte, debe de ser errónea, pues indica el año 1485, que no concuerda con la datación de las cuentas presentadas por el propio Antonio de Arévalo.

• No se especifica el número de cautivos pero sí que no se logró venderlos, por lo que supuestamente quedaron en poder de Pedro de Vera y de Antonio de Arévalo.