Observaciones |
- La revocación da respuesta a las protestas de Diego García de Herrera, señor consorte de las islas de Canaria, a quien confirma en sus derechos de señorío sobre la totalidad del Archipiélago.
- Se desconocen la fecha y las condiciones de la concesión. El profesor Antonio Rumeu de Armas supone que fue otorgada durante la reunión celebrada en Gibraltar en enero de 1464 entre Enrique IV y Afonso V de Portugal.
- Enrique IV reconoce haber concedido la merced a subjestión e grand ynportunidad de los condes y de otras personas en un tiempo de grand diuisyón e discordia en sus reinos, siendo sobre ello mucho molestado, y alega desconocimiento de los derechos de Herrera al no haber sido informado de que la totalidad de las Islas Canarias le pertenecían a este.
- Según Enrique IV, Herrera le había demostrado documentalmente –con el refrendo de Diego López de Illescas, obispo de Rubicón– que las islas supuestamente insumisas (Gran Canaria, Tenerife y La Palma) le obedecían y estaban sometidas a la Iglesia y a la Corona de Castilla (¿Actas de Las Isletas y del Bufadero?), información confirmada por Alfonso de Fonseca, arzobispo de Sevilla.
- Enrique IV solicita al Papa que anule cualesquiera bulas que se hayan expedido o estén en proceso de expedición al respecto de este asunto.
- El Rey ordena a las autoridades que apoyen a Herrera en la defensa de sus derechos contra cualquier persona que intente contravenir la revocación, incluso recurriendo a la prisión o muerte de los condes, a quienes declara enemigos de la Corona, requisándoles sus bienes y navíos si fuese necesario.
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