Observaciones |
- En el auditorio de la plaza de Cuéllar se presenta Gutierre de la Peña, procurador de Diego de Herrera, quien a la vez actúa en nombre de Inés Peraza, y pide al licenciado Pedro González de Taranco que dicte sentencia respecto del pleito que mantienen sus representados contra Maciot de Béthencourt.
- Taranco falla a favor de Inés Peraza puesto que Béthencourt no había respetado el derecho de tanteo de Guillén de las Casas sobre la venta de Lanzarote y además la había vendido a una persona –el infante dom Henrique de Portugal– que no era súbdita de la Corona de Castilla.
- El derecho de tanteo prescribía a los cien días de su notificación. En ese plazo, el precio de la Isla debía pactarse entre dos personas, cada una elegida por cada parte. Prescrito el derecho, Béthencourt podía disponer de la Isla salvo enajenarla o venderla a persona no sujeta al rey de Castilla.
- El juez condena a Béthencourt, en rebeldía y contumacia, a las costas del proceso así como a abonar las rentas devengadas desde que vendió la Isla a Henrique de Portugal, para lo cuál Taranco designaría a dos personas que evaluarían dicho importe.
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